domingo, 21 de agosto de 2011

Open your eyes

Podría decirte que toda la mierda se ha acabado, que ningún mal volverá a atormentar nuestras vidas en mucho tiempo. Pero sería una gran mentiría, y la realidad es demasiado evidente como para disimularla con burdas invenciones… No me creerías, de hecho, pues sé que al igual que yo; el lector es un gran observador de todo lo que ocurre a su alrededor. Así mismo, es capaz de visualizar las injusticias  y desgracias que se cometen día a día, cada vez con más descaro y evidencia.
No quiero culpar a nadie, después de todo, ¿quien soy yo? No soy más que otra víctima de un sistema que ha llegado cómicamente a llamarse democracia. Donde nadie es libre, sino al contrario: más que nunca nos hemos convertido en marionetas, cuyos hilos manejan los grandes cargos de una sociedad cada vez más precaria y corrupta,
Las reivindicaciones ya de nada valen. La palabra y la protesta no tiene importancia para los que no sufren los efectos de la cruda realidad, pues a la hora de la verdad, solo cuenta el bienestar del trasero propio.
El taparse los ojos y mirar hacia otro lado no solucionará el problema.  El disimular la crispación actual es tarea simplemente imposible, pues el caos empieza a hacerse presente de una manera inevitable, entre todo tipo de personas, de toda condición, edad o sexo.
Hoy el día es gris, una vez más. La lluvia cae intensamente, provocando una melodía armoniosa que por momentos nos permite desconectar nuestras mentes de las convenciones impuestas por una cultura creada y diseñada para "Otros", en beneficio de una religión, una empresa, un hacendado, un jefe... nunca para uno mismo.
En mi ciudad el  ambiente luce cargado y gris. Un frío, extrañamente inusual en esta época del año, penetra mi abrigo, me da escalofríos, y tiemblo de manera entre cortada. El aire, cargado de humedad, no llega bien a mis pulmones, los contamina con su basura química y artificial... El curso de la vida humana ha dejado de fluir con normalidad... Y consecuentemente, nos cargamos a la madre natura sin compasión, sin miramientos...
Todo indica que las cosas no van a cambiar, sino a peor… Todo muestra que la historia sigue su curso cíclico con más fuerza que nunca...  Nosotros somos los encargados de vivir el presente, y nos dejamos llevar por su corriente, callados, ciegos,  obedientes... Incapaces de visualizar el desastre que se avecina. No percibimos el dolor ajeno, ni las desgracias inminentes... Hasta que nos afectan directamente….
 Pero mientras estemos cómodos dentro de esto, no habrá ansia de cambio. Y lo que es más importante, no habrá unanimidad  en la lucha por mejorar la situación, o por conservar aquellos logros que en el pasado consiguieron vuestros padres y abuelos con tanto esfuerzo, con su sudor, con su sangre, con sus vidas…
Podemos seguir como hasta ahora... o simplemente despertar nuestra conciencia, observar a nuestro alrededor y darnos cuenta de la necesidad de una actuación inmediata... Necesitamos decir: Basta!!
El mensaje es simple: abre los ojos.


Texto por Wendilla D. Bernal
Foto de Oscar Andrés

jueves, 18 de agosto de 2011

Looking for a dream




       Ya no logro distinguir el sueño de la vigilia. Mi cuerpo se eleva atraído por una fuerza invisible, que me empuja al infinito... Mi corazón se dispara, y noto como la adrenalina corre por mis venas... Sin embargo, estoy tranquila, sintiendo el rozar del aire en mi piel... Puedo tocar la libertad, al fín.
        Sé que voy en busca de algo... un tesoro escondido. Pero... Se encuentra muy lejos, está tan alto, que por un momento dudo de mi capacidad de alcanzarlo. Pero... ¡Oh! ¡¡Dios!! Cuán feliz sería si consiguiera, al menos, verlo de cerca.
       Algo me dice dónde se esconde... Lo diviso allá a lo lejos. Brilla intensamente reflejando los los rayos del sol que rebotaron en la luna.
        Mi deseo de alcanzarlo es inmenso. En mi pecho arde una intensa sensación de poder, de satisfacción y de felicidad... ¡Tengo ganas de gritar! En mi intenrior, algo me dice que persiga mi meta...yo quiero hacerlo. Sé que mi destino es alcanzar mi leyenda personal.
       Convencida de lo que quiero encontrar, comienzo el viaje, y no pienso ni por un instante en mirar atrás...
        Soñé que podía lograr lo imposible, que podría llegar a vencer las adversidades y a superarme a mi misma cada día. Supe que haría pequeños logros, que con el tiempo se harían más y más grandes... En mi mente, mientras sueño, se canaliza la fantasía propia de una niña que cree profundamente en algo, en algo aún no conformado pero en el cual confía con todas sus fuerzas.  Cada día ve su sueño de manera más clara, y se da cuenta de que es posible luchar por construir una historia... ¡¡e intentar vivirla dignamente!! Con la ilusión, el empeño, el interés y la dedicación propios de un niño... Captando nuevos conocimientos cada día, mejorando, en cuerpo y mente. Creciendo, en alma y espíritu.  Con el tiempo descubro que solo con la lucha se consigue la victoria, y que únicamente con el esfuerzo, se logra una recompensa...
          Hoy, mi sueño se hace real, mi tesoro brilla con más fuerza que nunca, y estoy un poco más cerca de él...casi puedo tocarlo.

Foto: Manuel Barca
Modelo: Wendy Bernal
Vestuario: Sasana Uyá
Texto: Wendilla Dhessica Bernal Rosrigues

martes, 16 de agosto de 2011

Libre, como un pájaro...

   

 El viento juega con tu pelo, moviéndolo hacia todas las direcciones...Disrutas de las caricias del levante, volviendo a peinarte, nuevamente.
   En tu pensamiento solo existe espacio para una persona... Evocas un momento, un lugar, un hecho... y una ligera sonrisa se perfila en tus labios.
   La arena es cálida, blanca, suave... y su tacto en tu piel te hace vibrar...
  Al otro lado del mar, frente a la duna en la que te hallas, se encuentra Áfria, puedes ver como sus montañas se alzan en la distancia. Estás en Tarifa, en la cima de una gran duna de arena... Pero lo único que deseas en ese instante, no esta alli contigo.
  El sonido de las olas es intenso, y te atrae con su tímida canción. Crees escuchar el suave timbre de su voz, cantándote una bella letra.
   Allá a lo lejos, un vanco de pájaros vuelan contra el viento hacia el viejo continente.  Observas como se alejan aleteando sus grandes alas, gozando de su libertad.
   Sumergida en tus reflexiones,  te sientas en la arena, dejándote acariciar por el levante ...percibes un ligero aroma a huevos del moro... Desearías cruzar el estrecho e ir en busca de una nueva y ariesgada aventura... con el propósito de olvidar tu preucupación inminente.
  Al otro lado de la península está tu supuesto hogar, allá donde ya nadie te espera...
   Tan solo el recuerdo de un instante fugaz  puede ayudarte a encontrar la respuesta a la pregunta que tanto te atormenta.. ¿Donde está él?...
  " Desde allí podré observarte. Siempre que veas un pájaro, piensa en mi... y transmitele lo que quieras decirme... me lo hará llegar, e iré a tu encuentro sienpre que me necesites."
   Ahora tú lo deseas, lo deseas con toda tu alma, como nunca antes hubieras ansiado a nadie... pero él ya no está, tampoco te espera en el cantábrico, ni tan siquiera oirá el bello canto de aquellas aves nunca mas.
    "Viviré en tu corazón" había susurrado él al oido, antes de irse...para  siempre.













Foto: Wenes Duarte
Modelo: Wendy Bernal
Lugar: Tarifa
Texto: Wendilla Dhessica Bernal Robrigues

sábado, 13 de agosto de 2011

Fly



    Fría noche de otoño, en la cual las nubes cubrían el oscuro cielo, tan solo iluminado por la tenue luz procedente de la luna, que lucía grande , esbelta y resplandeciente.
    Fría noche de otoño, en la cual la niña quería soñar y elevarse cada vez más alto, dejarse rozar por la claridad limpia que iluminaba su cuerpo, mecerse entre las nubes y gozar con la sensación de poder inmenso que sentía, al verse dueña por un instante de la inmensidad del universo.
    Su cuerpo se dejaba acariciar por la brillante luz que brotaba del satélite de la tierra e inundaba sus sueños… Disfrutó con el tacto de un rayo de luna, mientras se columpiaba tranquilamente en el jardín de su casa, oyendo el sonido de la naturaleza... Una pareja de golondrinas cantaban alegremente en su porche, como cada día al caer la noche.  La pequeña había disfrutado de un largo baño en la piscina aquella tarde . El ambiente olía a zumo de naranja… y en el aire flotaba un ligero aroma embriagador.  Quiso aspirar ese olor a dulces hiervas de Holanda. Deseó flotar junto a él… y entonces sintió que se elevaba… cerró los ojos, y de repente supo que ya no estaba en el jardín de su casa columpiándose junto a la piscina…
    Algo la atraía hacia el cielo azul. La luz bañaba su cuerpo, ya seco y reluciente… Su corazón latía a una velocidad vertiginosa, como si de un momento a otro fuese a salirse por su boca. Emociones diversas surgían de su ser, vapores de calor, temblores de placer, sensación de vértigo, miedo, inseguridad, morbo… Ganas de llegar hasta el final, alcanzar la luna…Tocar el cielo. Acariciar el infinito y sentirse parte de algo... un átomo perdido en la inmensidad, la mínima parte de un todo, el pequeño comienzo de alguna cosa. Su respiración era cada vez más agitada y profunda. Su cerebro cada vez trabajaba a más intensidad, apreciando cada detalle sensorial que ocurría a su alrededor y en su interior.
    Fría noche en la cual la niña ya no tuvo frío, ni miedo, ni tristeza, ni soledad... no necesitaba a nadie con quien jugar, pues tenía el poder de sentirse libre y satisfecha con lo poco que el mundo le aportaba. Por ello,  se dejó mecer por esa fuerza invisible. Cerró fuertemente los ojos, e intentó guardar aquel instante en su mente… Un segundo de felicidad que se hizo eterno en algún lugar de su subconsciente, y la niña creció feliz, preguntándose que hubo ocurrido con  aquel cúmulo de sensaciones efímeras que la elevaron al cielo, y que, ojalá, nunca la hubiesen dejado caer...

Foto: Manuel Barca
Modelo: Wendy Bernal
Texto: Wendilla D. Bernal  Rodrigues

jueves, 11 de agosto de 2011

Fantasy

  
      Sumida en las aventuras de un mágico libro que hubo encontrado en algún rincón de la vieja biblioteca de su abuela, la chica comenzó a notar como su cuerpo flotaba en el aire, y presa de una inmensa sensación de poder, se dejó atrapar por la historia. Mientras se involucraba cada vez más en la trama, notó que su cuerpo flotaba en el aire.
   "Valla, que extraño es este libro": pensó la muchacha, presa de un miedo repentino que invadió su ser al sentir como su cuerpo se elevaba, su ropa caía hacía el suelo  y en su mente reproducían claramente las imágenes que le evocaban  aquel relato. La historia se hacía cada vez se hacía más real en su mente. De un momento a otro, los personajes tomaron vida propia, desafiaban al narrador y cuestionaban el mundo en el cual vivían. Tenían sospechas  de que estaban siendo controlados, y deseaban ser libres, pensar por si mismos y actuar en consecuencia de sus actos.
     La muchacha  dejó que las imágenes se reprodujeran en su mente como si de una película se tratara. Simplemente se dejaba llevar, y disfrutó enormemente ante el espectáculo que le prometía la lectura aquella tarde…
      Por un momento dudó de estar despierta, por ello abrió los ojos de par en par, y sacudió la cabeza hacia un lado y hacia el otro. Estaba despierta, sí. Pero por más que buscaba una explicación coherente a lo que ocurría, más y más perdida en un mar de dudas se hallaba.
   Uno de los personajes principales del libro, una mujer de mediana edad, se percató de la presencia de la muchacha, y comenzó a observarla detenidamente, de un modo desafiante y suspicaz. Aquella mirada se hacía preguntas acerca de la extraña que se adentraba en su mundo. ¿ Quién era ella? ¿Y por qué tenía curiosidad por saber su historia? ¿Por qué indagaba en su vida? La muchacha reconoció en aquella mujer algo extrañamente familiar… su rostro, sus rasgos, su voz…
     _Dios mío, ¿Quién eres tú?_preguntó con voz temblorosa, escuchándose a sí misma como en un lejano sueño, ya olvidado tiempo atrás.
      No obtuvo respuesta, pero la mujer la miró fijamente. En el fondo de esos ojos, oscuros cual el azabache, fríos cual la nieve, la asombrada muchacha pudo ver un atisbo de pícara e irónica vacilación, acompañada, para más inri, de una escalofriante sonrisa, perfecta, tranquila, relajada…
     Notó un extraño escalofrío en el pecho. Su boca pronunció una gran "O" en el mismo instante en el que del antiguo libro surgió una inmensa luz que la deslumbró. Anonadada, se sorprendió observándose a sí misma, presa de una confusión que paralizó su cuerpo.
    Entonces la muchacha sintió como alguien ejercía algún tipo de control sobre ella. "Quiero dejar de leer, quiero salir de aquí" pensó. "¡Quiero despertar!" Pero era demasiado tarde, ahora irremediablemente estaba despierta, encarándose frente a su alter-ego.
    No pudo evitar sentirse manejada, y deseó, en lo más profundo de su alma, pertenecer a otro mundo.

Foto: Manuel Barca
Estilista: Susana
Maquillaje: Wendy Bernal
Modelo:Wendy Bernal
Texto:Wendy Bernal

Sensual Fruit











 
 
 
 
 
 
 
 








Oleo: Juan Antonio Cuenca
Modelo:Wendy Bernal

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