El poeta es un animal extraño:
sufre ansias incontrolables
por hacer realidad
sueños imposibles.
Se pasa las noches en vela,
y devora sensaciones
a cada instante.
El corazón del poeta
siempre está sediento,
siempre tiene hambre.
Vive encerrado
en un cuarto oscuro,
en el fondo de un pozo.
Pero busca la belleza
y el placer,
hasta en un lluvioso atardecer.
El corazón del poeta
está lleno de emociones.
Llora de júbilo,
y sonríe por desesperación.
Sobre todas las cosas,
el poeta ama;
ama sin precedentes,
sin juicios, sin preocupación.
Ama porque sabe que amando
todo fluye,
y su corazón va más deprisa,
palpita y grita de emoción…
Siente, y cada día siente más.
Hasta que la ilusión se rompe,
el amor se acaba...
Y el poeta descubre
que también puede sentir
sensaciones atroces…
Su vida,
es un laberinto
sin salida:
está preso en la cárcel
de su mente,
en el tormento
de su recuerdo…
Hasta que coje la pluma
y libera su alma
de las heridas creadas
en cada rincón
de su cuerpo.
Texto By Wendilla D. Bernal Rodrigues

No hay comentarios:
Publicar un comentario