jueves, 14 de noviembre de 2013

Metamorfosis ambulante.














Soy una metamorfosis constante,
y lo prefiero, en lugar de poseer
la misma vieja opinión formada  
sobre el mundo en cada etapa
de la Historia que nos cuentan. 

Nos la cuentan como un cuento
fantasioso y lejano… 
Y lo creemos, ¿por qué no?
como los sueños 
de una noche de verano. 

Yo prefiero ser esta metamorfosis 
constante, antes que ser víctima de una crisis
de consciencia colectiva.
He borrado mi vieja opinión sobre el amor.
He dejado de creer que ya no sé ni quien soy:

Hoy soy la estrella, pero mi luz ya se apagó.
Hoy puedo odiarte, pero mañana te tendré amor.
Temeré amarte, mas te haré el amor.
Dejaré de ser la alegría de tus días
para ser tu dolor en noches frías.

Pero nunca jamás seré lo que quieren que sea:
un producto de un sistema corrupto.
No.
Yo prefiero ser esta metamorfosis ambulante,
la propia fuente de mi cambio incesante. 

Texto de Wendilla D. Bernal (W*B)
Inspirado en la canción "metamorfosis ambulante" de Raúl Seixas:
( http://youtu.be/9j5Jhpd1H98 )




martes, 12 de noviembre de 2013

Desbloqueo emocional












Un lloro triste y callado.
una mirada al pasado,
que queriendo o sin quererlo
ha quedado ya olvidado.












Un perdón no pronunciado.
Un amor desesperado
que se expande, sin saberlo,
en la canción de un despechado.












Un sentimiento bloqueado,
que se forja en nuestro pecho,
impidiendo que sea hecho
algo que es nuestro derecho:












_"No woman, no cry,
don´t worry be happy"
Recuerda lo que fuiste un día:
inocencia, pureza, alegría!












Mira a tu alrededor, sonríe, dilo;
la vida es bella si vives el instante
y dejas que lo pasado sea ido...
Abraza al amor, perdona el olvido.














Fotografías de Alejandro Marcos (www.alejandromarcos.com)
Texto de Wendilla D. Bernal (W*B)


jueves, 7 de noviembre de 2013

Leyenda de un amor incondicional



La Luna vive allá en el cielo, su mundo es frío e inóspito. Está allí sola, atrapada en una órbita sobre la que gira y gira sin poder evitarlo.  En ocasiones siente miedo. Lanza su mirada hacia la Tierra en busca algo: procura desesperadamente el amor. 
Entonces el Mar, frío y sin cariño, por un momento se cansa de estar siempre solito. Nota en la superficie de sus aguas que un brillo de luz intensa le toca. Se siente muy agitado y nota como sus mareas se mueven, produciendo enormes olas.  
El  Mar se emociona… De repente, comienza a llover torrencialmente de una manera repentina. Una ternura fuera de lo común baña por completo sus aguas, que revolotean de alegría: Se ha enamorado.
_Luz que bañas las noches. Tú, que haces al Sol adormecer. Por favor, enséñame a amar te_ se atreve a decirle el Mar. Ella lo mira fijamente, quiere unirse a él, quiere tocar sus aguas saladas y hundirse en su inmensidad, pero...
_No puedo irme contigo, cariño_ Le contesta. Aquella noche la Luna estaba llena y lucía redonda y bella en todo su esplendor,( a pesar de que las nubes grises intentaban taparla)_Si bajo a la Tierra, simplemente acabaría mi existencia. Y eso produciría efectos catastróficos  en todo el Universo.
La Luna dijo esto muy tranquila. No tenía pena ni amargura, porque ya había encontrado a alguien que la amaba, alguien a quien poder regalar el amor que constituía su ser.
_ Pero prometo acompañarte todas los días de mi vida_continuó diciendo el Satélite de la Tierra_ Yo estoy en ti, lo estoy ahora mismo… ¿Me siente? Siempre vivo en ti. Aunque no me veas, atrayendo tus aguas con la fuerza de mi  influencia gravitatoria. Tú también estás en mi. Nuestro amor nunca puede acabar porque es el impulso que hace fluir el Universo.



La leyenda de esta pasión puede hacer sonreír, o puede hacer que llores… Solo el corazón lo sabe. Pero si la Luna toca en el mar, y lo hace moverse por amor, agitarse por amor y dar vida y cobijo a su vez a un número infinito de seres vivos, también por amor, ¿por qué no va a tocarnos a nosotros? Podría hacernos ver de una vez por todas que el amor infinito que hay en el Universo está en mí, está en ti y está en todas partes. Simplemente no se acaba…


Quizá debíamos pararnos más ante ella, y dejar que su luz bañe nuestro cuerpo. Tal vez así veríamos que el Amor que constituye el Universo también está dentro de todos nosotros. Si comprendiéramos eso algún día, quizá  pudiéramos saltar de alegría, y sentirnos felices cada día.  Podríamos jugar como niños;  y sentirnos los seres puros que realmente somos. 




Foto de Manuel Barca
Texto: Wendilla D. Bernal