miércoles, 10 de septiembre de 2014

Paraíso terrenal


Bajo el sol del medio día
están las flores del jardín.
Yo observo desde aquí
a las tristes margaritas.

El viento y la suave brisa
hace moverse tu pelo
que bailan alrededor de tu cuello
y de pronto eres poesia.

El aroma de lavanda
atrae a las bellas abejas,
que se nutren con su néctar,
y se comunican con su danza.

Rosas negras, rosas rojas,
sangre y mugre sobre la nieve,
azucenas en tu gesto
margaritas en tu cuerpo.

No importa el frío
ni el tiempo
ni el viento.
Contigo es más sencillo
superar cualquier invierno.

Tu llenas de primavera
todos mis días
me trasladas al cielo
con tu mirada sombría.
Me haces creer que puedo
darte vida en la poesía.