viernes, 23 de septiembre de 2011

Reflexión interior






Y llegará ese instante en el que tengas las cosas claras... Descubrirás que tu camino solo puedes marcarlo tú misma. El motivo que te empuja a seguir es fuerte y profundo, el deseo que quema en tu pecho te hace explorar cada día con más inquietud los distintos rumbos que puede tomar tu historia, según la decisión que tomes en cada momento, según donde centres tu atención. 
No te estancarás, cuando veas obstáculos en el camino... Sino que simplemente buscarás la mejor manera de rodear los. Y si no puedes, lo saltarás. Y si está muy alto, lo escalarás, o idearás la manera de derivarlo... 
 El misterio sigue flotando a tu alrededor... Ellos, aquellos que te miran de manera extraña cuando vas por las calles, a paso rápido, no saben lo que buscas. Pueden suponer, decir, objetar... Preguntarse porque dibujas esa extraña sonrisa en tu rostro a pesar de que llueva otra vez en Asturias (para no variar). Yo soy consciente de que lo que  persigues solo puede ser alcanzado por aquellos que perseveran, que luchan día a día por mejorar sus conocimientos y capacidades. Las personas que son duras consigo mismas, son aquellas que pueden llegar a disfrutar de lo bueno que tiene la vida, cada día, todos los días.  Esas cosas que en verdad no tienen precio, son las que verdaderamente merecen la pena. Porque lo material, las riquezas, son solo un instrumento.
Esas pocas personas que saben estar, que conocen su lugar y su pequeño cometido en el mundo... Que cierto día se despiertan, descubren que han soñado algo maravilloso, y luchan, pelean y se esfuerzan hasta el final por vivir su sueño. Esas personas son las que de verdad conocen el sentido de la vida.
Esta mañana al despertar has tenido una sensación hermosa. Veías estrellas florando en la pared de tu cuarto, y recordaste entonces la última imagen que se reflejó en tu subconsciente antes de que te despertaras: bebías el agua más pura y limpia que procedía  de lo alto de la montaña. Te rodeaba un paisaje natural, grandes árboles, y pequeños arbustos. Flores hermosas, y pájaros de todos los colores cantaban y brincaban volando de un árbol a otro. El agua surgía limpia y pura de la tierra y bajaba formando un esbelto manantial, de frescura y belleza inigualable. 
Sientes que ha llegado el momento de cerrar esa puerta, de pasar la página del de aquel viejo libro que nunca consigues terminar de leer. Es el momento de llenar de  lineas esas páginas en blanco. De terminar esas historias incompletas que llevan años aparcadas en tu baúl de los recuerdos. Es ahora, o nunca. 
Te apetece dar las gracias por todo lo que tienes, y de repente, empiezas a pensar en todo eso que ya no necesitas, y en aquello que sí quieres, pero que te falta. 
Si es que todo es tan simple, tan sencillo, como encontrar tu vocación, aquello que realmente quieres, e ir a por ello. Aunque nadie crea que puedas conseguirlo. Si realmente quieres algo, ve, y hazlo. Siente te bien con ello. Porque lo que acontece en cada instante, no pasa por casualidad... Sino porque tú quieres que así sea. 

sábado, 17 de septiembre de 2011


     Y la fuerza de mi mirada solo es comparable a la intensidad del fuego que quema mi pecho...

Introspección.


La esencia de lo que soy
 y de como me siento
en este momento,
se desvanece
entre mis manos,
ante el cariño
que yo misma
me brindo.




viernes, 2 de septiembre de 2011

fantasy



        El libro había sido encontrado en un rincón de la vieja biblioteca de su abuela, abandonado, viejo y polvoriento. La pequeña lo limpió cuidadoramente y colocó las viejas páginas con esmero, perfectamente ordenadas, antes de llevarlo al parque para adentrarse paulatinamente en la lectura. Eligió un banco bien situado, frente al bosque, en el paseo donde descansaban antiguas estatuas clásicas.
      De repente, la chica notó como su cuerpo comenzaba a flotar en el aire, elevándose lentamente. Mientras tanto, ella estaba cada vez más metida en la apasionante historia narrada en aquellas lineas. Simplemente se dejaba llevar...permitiendo que el cuento se hiciera real en su mente, donde veía imágenes que se reproducían cual diapositivas, de manera clara y limpia, como si de una película de época se tratara... En la historia, una mujer buscaba desesperadamente un tesoro, que le hubiera sido arrebatado en un pasado lejano... Era una meta dificil de encontrar, pues en ocasiones la mujer se perdía por el sendero que la conducía hasta su preciado tesoro.
         La chica creyó estar soñando. Pero aquella sensaciones que brotaban en su interior eran reales. Además, recordó de dónde había cogido el libro, y por iun instante pensó en su abuelita...La chica estaba curiosa por descubrir el final del cuento. Y, no se molestó en buscar una explicación coherente  a lo que sucedía...solo quería descubrir la verdad, ver la luz, llegar a la ultima linea y descubrir qué aconteció con la busqueda interminable de la protagonista. Se sumió completamente en la historia, hasta el punto de no distinguir la realidad de la fantasia...
        La mujer de la historia escrita en aquellas páginas era una guerrera, acostumbrada a recibir duros golpes de adversarios inesperados a lo largo de la vida. Por eso, cuando se percató de la presencia de la joven,  comenzó a observarla detenidamente, no exenta de cierta desconfianza. Pero cuanto más miraba a la intrusa, más le atraía la fuerza de sus ojos, el brillo de su pelo, y los destellos color a miel que desprendía su piel. Notó  algo extrañamente familiar en su rostro.
        _Yo te conozco..._aseguró con voz temblorosa, escuchándose a sí misma como en un sueño lejano, ya  olvidado tiempo atrás_Sí, te conozco_ Repitió, esta vez para sí misma.
       La lectora sintió un extraño escalofrío en el pecho, y una inmensa luz brotó del antiguo libro, iluminando su rostro. Ahora podía ver con claridad todo lo que acontecía. Y se sintió débil, al notar que su cuerpo flotaba inestable en el aire. En cualquier momento podría precipitarse contra el banco.  El miedo paralizó su cuerpo durante un breve instante.
      Entonces, la mujer volvió a hablar:
      _Sé muy bien quien eres, y si estás aquí es por algún motivo_se quedó en silencio, antes de concluir:_Este lugar te pernetece_ la voz de la joven del cuanto sonó clara y fuerte, seductora y melodiosa incluso. Atraía a la pequeña  hacia aquel mundo fantástico que comenzaba a hacerse real en su mente.
      Observó el brillo en los ojos de aquella mujer, ojos frios, duros. Mirada decidida de las personas que saben lo que quieren de la vida, y lo más importante, como conseguirlo. Labios color de fresa, suaves, carnosos... Rostro dulce, aparentemente inocente.
      _¿Quién soy, pues?_ preguntó la muchacha, deseosa de oir la respuesta.
      _Tú y yo somos la misma persona, perseguimos la misma meta.
      En ese momento, la fuerza se hizo más intensa, hasta el punto de atraerla hacia el interior de aquel viejo libro.

Foto: Manuel Barca
Modelo: Wendy Bernal
Texto: Wendilla Dhessica Bernal