Y llegará ese instante en el que tengas las cosas claras... Descubrirás que tu camino solo puedes marcarlo tú misma. El motivo que te empuja a seguir es fuerte y profundo, el deseo que quema en tu pecho te hace explorar cada día con más inquietud los distintos rumbos que puede tomar tu historia, según la decisión que tomes en cada momento, según donde centres tu atención.
No te estancarás, cuando veas obstáculos en el camino... Sino que simplemente buscarás la mejor manera de rodear los. Y si no puedes, lo saltarás. Y si está muy alto, lo escalarás, o idearás la manera de derivarlo...
El misterio sigue flotando a tu alrededor... Ellos, aquellos que te miran de manera extraña cuando vas por las calles, a paso rápido, no saben lo que buscas. Pueden suponer, decir, objetar... Preguntarse porque dibujas esa extraña sonrisa en tu rostro a pesar de que llueva otra vez en Asturias (para no variar). Yo soy consciente de que lo que persigues solo puede ser alcanzado por aquellos que perseveran, que luchan día a día por mejorar sus conocimientos y capacidades. Las personas que son duras consigo mismas, son aquellas que pueden llegar a disfrutar de lo bueno que tiene la vida, cada día, todos los días. Esas cosas que en verdad no tienen precio, son las que verdaderamente merecen la pena. Porque lo material, las riquezas, son solo un instrumento.
El misterio sigue flotando a tu alrededor... Ellos, aquellos que te miran de manera extraña cuando vas por las calles, a paso rápido, no saben lo que buscas. Pueden suponer, decir, objetar... Preguntarse porque dibujas esa extraña sonrisa en tu rostro a pesar de que llueva otra vez en Asturias (para no variar). Yo soy consciente de que lo que persigues solo puede ser alcanzado por aquellos que perseveran, que luchan día a día por mejorar sus conocimientos y capacidades. Las personas que son duras consigo mismas, son aquellas que pueden llegar a disfrutar de lo bueno que tiene la vida, cada día, todos los días. Esas cosas que en verdad no tienen precio, son las que verdaderamente merecen la pena. Porque lo material, las riquezas, son solo un instrumento.
Esas pocas personas que saben estar, que conocen su lugar y su pequeño cometido en el mundo... Que cierto día se despiertan, descubren que han soñado algo maravilloso, y luchan, pelean y se esfuerzan hasta el final por vivir su sueño. Esas personas son las que de verdad conocen el sentido de la vida.
Esta mañana al despertar has tenido una sensación hermosa. Veías estrellas florando en la pared de tu cuarto, y recordaste entonces la última imagen que se reflejó en tu subconsciente antes de que te despertaras: bebías el agua más pura y limpia que procedía de lo alto de la montaña. Te rodeaba un paisaje natural, grandes árboles, y pequeños arbustos. Flores hermosas, y pájaros de todos los colores cantaban y brincaban volando de un árbol a otro. El agua surgía limpia y pura de la tierra y bajaba formando un esbelto manantial, de frescura y belleza inigualable.
Sientes que ha llegado el momento de cerrar esa puerta, de pasar la página del de aquel viejo libro que nunca consigues terminar de leer. Es el momento de llenar de lineas esas páginas en blanco. De terminar esas historias incompletas que llevan años aparcadas en tu baúl de los recuerdos. Es ahora, o nunca.
Te apetece dar las gracias por todo lo que tienes, y de repente, empiezas a pensar en todo eso que ya no necesitas, y en aquello que sí quieres, pero que te falta.
Si es que todo es tan simple, tan sencillo, como encontrar tu vocación, aquello que realmente quieres, e ir a por ello. Aunque nadie crea que puedas conseguirlo. Si realmente quieres algo, ve, y hazlo. Siente te bien con ello. Porque lo que acontece en cada instante, no pasa por casualidad... Sino porque tú quieres que así sea.


